¿Y si estábamos equivocados sobre lo que llamamos enfermedad?

 ¿Y si estamos equivocados? Sobre lo que llamamos enfermedad…

Y si no es un mal funcionamiento, algo que debemos corregir y llevar a un funcionamiento normal.

Y si no es mala suerte, un contagio o un defecto en el órgano y desde ahí entonces, el tener que atacar o sanar.

¿Si la enfermedad no es nada de esto, entonces que es?

Que tal si nada está “MAL”, si nada está funcionando con defecto, si no hay ataques a nuestro cuerpo, si hay una “CAUSA” y no “MALA SUERTE”…

¿Por qué no ver la enfermedad como un proceso de nuestro cuerpo?

¿Un funcionamiento sensato de nuestro organismo?

Investiguemos lo que denominamos enfermedad y brevemente la historia de la enfermedad.

No tan lejos en el tiempo como percibimos, cuando lo que se consideraba salud se perdía, cuando un organismo normal se veía afectado por síntomas, el individuo se señaló, enfermo.

Mediante la observación no surgía ningún elemento “VISIBLE” desde lo externo.

El cambio en el individuo era real, conclusión, algo lo está afectando, es desde su interior y es maligno, debe ser algún tipo de espíritu o energía negativa que afecta su cuerpo.

Así se genera un dogma un paradigma, una forma de ver el cambio en la salud.

Este dogma trajo su cura y a sangre y fuego se lograba sanar al enfermo.

Algo más cerca en el tiempo, logramos ver lo que no podíamos ver, organismos microscópicos.

Estaban vivos, vivían en nuestro cuerpo, son muchos y de muchísimas formas diferentes.

Conclusión, nos están atacando, son malignos y son los causantes de la enfermedad.

Otro nuevo dogma, un nuevo paradigma de ver el cambio en la salud.

Este nuevo dogma pareció poder brindar todas las respuestas, ya que estaba acompañado con la cura de la enfermedad a través de la ciencia y de sanar lo que funciona mal.

Luego logramos ver dentro de nosotros y lográbamos ver el accionar y avance de lo que nos ataca y así poder destruirlo.

Logramos ver los genes y al tener un mapa completo ser capaces de solucionar los errores y mal funcionamiento que nos aquejaban, siguieron los virus y aun sin saber que son, se consideraron culpables, ya que destruían células, sin importar si eso tenía un sentido, hay que destruirlos.

Y llegamos a nuestros días, el genoma humano se completó, ya no queda que no ver y agujero que tengamos lo recorremos con cámaras e instrumentos.

La diabetes continúa apareciendo, la hipertensión, la obesidad, aumenta el estrés, el cáncer y ni hablar de los llamados problemas psiquiátricos.

¿Y si estábamos equivocados?

¿Si nunca nadie nos atacó?

¿Si los microorganismos con los que convivimos por miles y miles de años nunca nos quisieron ni quieren hacer daño?

¿Si los crecimientos celulares o perdidas celulares son procesos biológicos con sentido?

¿Y si hay un nuevo paradigma, una forma diferente de ver la vida la naturaleza y sus procesos?

¡La nueva medicina germánica, invita!

Eso sí, no hay dogma, carece de épica, no hay héroe y no hay dragón para matar.

¡¡Hay sensatez y coherencia biológica!!

¡¡Están invitados a conocerlo!!

Gabriel Costanzo Montes de Oca

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https://www.youtube.com/@nuevamedicinagermanicauruguay

 

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