REGRESIÓN A UNA VIDA PASADA EN JERUSALÉN EN LA ÉPOCA DE JESÚS.
La consultante viene a identificar para qué está transitando una situación de quietud luego de comenzar actividades de forma entusiasta. Comienza a realizar algo, se entusiasma y llega un momento que se aburre y no desea continuar. Así que buscamos a través de una regresión con la sorpresa de traer memorias de una maravillosa vida pasada.
Disfruten del relato:
-…Ya estás del otro lado…
-Veo nubarrones blancos, pies de hombre, gigantes. Soy hombre! Tengo una falda como de cuero color marrón, pelos sueltos largos. Hay una persona a mi lado, hombre, petizo. Hay casas de piedra en alto. Es el año 19. Me llamo León.
La regreso al comienzo de esa vida:
Meses de vida: -Estoy como en una especie de coche envuelto en un manto blanco con una señora, es mi mamá, se llama María, ella es muy fría pero estoy en paz.
2 años: -Mamá y papá están de la mano jugando conmigo, estoy felíz, hay muchas risas.
-¿Cómo se llama el lugar en el que estás?
-Jerusalén
5 años: -Estamos sentados sobre una roca, hay personas corriendo. Estoy con mamá, hay una polvareda de toscas que nos envuelve, nos tapa. Mamá me abraza fuerte, está asustada, se empiezan a volar casas. Estamos sentados, no nos movemos. Ahora está disminuyendo la tormenta, estamos al lado de un comercio de frutas, el dueño del comercio es un señor morocho, barbudo y con un velo.
6 años: -Estoy en un lugar que hay un armazón de dinosaurio gigante, es como un campo, me da intriga. Está situado en el centro del barrio donde vivo. Hay dos personas más mirando, están dispersos. Hay personas grandes que fueron trayendo partes con carretas y lo armaron, vienen de un bosque muy verde oscuro. Son personas gigantes como de tres metros y otros más pequeños, los gigantes son tres, vienen del bosque.
-¿Son humanos?
– Si, son humanos, tienen la voz ronca y no se les entiende, es como otro idioma. Estoy observando desde lo alto, estoy solo.
8 años: -Estoy en un patio, con pelos enrulados, falda marrón oscura, un palo grueso de bastón al lado una persona grande, grande, un señor, es mi padre, se llama Juan.
Lo veo a Jesús caminando, salto, quiero captar su atención, siento su mirada, me da alegría verlo. Se me llenan los ojos de lágrimas por ese contacto visual. Mucha gente se le avalancha, no lo dejan pasar, él sigue caminando, va hacia el comercio de frutas, toma de la cabeza al dueño, le pone la mano, le está hablando, el señor baja su mirada y lo escucha. Al salir de ahí, Jesús sigue caminando por el pueblo, yo voy a los saltos alrededor de él y en un momento le tomo de la mano, me siento cuidado y protegido (Jesús va de paso). Yo sigo de su mano caminando, él luego se va solo.
10 años: -Estoy con una pala cavando un pozo, tengo huesos en la mano para depositar aquí, los agarré del bosque, de un animal, son mi tesoro. Estoy jugando. Voy corriendo al puesto de frutas, robo una banana, el dueño muy enojado sale y me grita. Me siento entre dos grandes paredes (pasillo entre dos casas) a comer la banana.
10 años (otro recuerdo de esta edad): – A Jesús lo maltratan, está en la cruz, yo estoy abrazado a mamá, llorando. Le tiran piedras, gritan traidor, lo lastiman, papá es uno de los que tiran piedras. Con mamá nos vamos corriendo llorando, están en una subida, su cara (de Jesús) chorrea sangre.
12 años: – Hay una fiesta de barrio, se festeja navidad, el nacimiento de Jesús, es un dios. Estoy bailando tomado de la mano de mamá, papá está pero está parado sobre una carreta observando con cara seria, no le gustan las fiestas.
15 años: – Me encuentro sentado en el frente de casa con mamá, ella me abraza y viene un hombre con una carreta cargada de piedras gigantes y me voy con él a trabajar, lo ayudo con la carreta. Mamá se queda viéndome con cara de tristeza, yo estoy contento porque es mi primer día de trabajo, estoy alegre. Descargamos la carreta y volvemos por más, me siento muy cansado pero con ganas de seguir trabajando, llego a casa, mamá me espera con la comida, está papá sentado a la mesa del otro lado, serio con cara de enojado. Cuando mamá se sienta a la mesa, él le tira el plato de comida, lo empuja, mamá tiene cara de miedo, de triste. Siento rabia y tristeza.
18 años: -Papá se fue de la ciudad, dijo que estaba cansado de nosotros, siento tristeza, mamá quedó muy triste.
20 años: -Estoy con dos personas, son amigos, solo estamos parados conversando. A esta edad solo estoy con mamá.
23 años: -Conocí a una chica, se llama Belén. Estamos bien pero no tengo los sentimientos definidos. Es sólo amistad. Mamá de cara se la ve feliz, alegre, siempre con una sonrisa. Hay un señor mayor, es su papá, mi abuelo.
30 años: -Estoy con Belén en la casa de mamá, vivimos todos juntos, sigo trabajando acarreando carretas. A la hora de comer todo es risas y felicidad.
31 años: -Falleció el abuelo. Mamá se siente devastada, triste. Se tiró en una cama, llora y llora por días y por noches y no se levanta más. Me voy porque no aguanto la situación. Salgo sin rumbo.
33 años: -Estoy sólo en el medio del bosque, estoy recostado mirando el cielo, una corona de árboles me deja ver solo una parte del cielo. Me siento en paz.
34 años: -Vuelvo a casa, mamá está muy devastada, ya no tiene fuerza para levantarse, fallece.
39 años: -Tengo una familia, un niño y una niña, estoy felíz, mi esposa se llama Victoria, es muy dulce, muy compañera.
44 años: -Estoy jugando con mis hijos alegremente, felíz de compartir momentos.
48 años: -Fallece Victoria de una enfermedad.
49 años: -Mis hijos son adolescentes/adultos, siento tristeza, soledad.
68 años: -Estoy sentado, hay dos niños pequeños, son mis nietos, estoy solo, no rehice mi vida. De salud me siento mal, mi cuerpo está cansado, muchos dolores, estoy todo el día sentado.
73 años: -Estoy en una cama, sin fuerzas, estoy enfermo, no me puedo mover, me duele el cuerpo. Estoy rodeado de gente (familia).
-León, pasá por la transición…
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Algunos aprendizajes para mi consultante es valorar el calor de la familia y no depender del amor y el cariño de los demás. Aprender a amarse uno/a mismo/a y aprender a estar solo/a.
Todos los demás detalles importantes para mi consultante me los reservo.
Todos los casos que comparto son previamente permitidos por cada consultante. No pongo nombres reales de esta vida actual. Los nombres son de los personajes que fueron en esa vida.
Agradezco infinitamente a cada persona que pasa por mi consulta dejándome tantas enseñanzas. Gracias por tanta confianza, gracias por tanto amor y apertura.
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Dafna Cobelli Schinca.
Directora y fundadora de la plataforma Movimiento Bio.
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