Doctor Ryke Geerd Hamer, precursor de la Nueva medicina germánica.

El Dr. Ryke Geerd Hamer nació en 1935 en Alemania, estudió medicina y teología en la Universidad de Tübingen. A la edad de 22 años, completó su título de maestro en teología y cuatro años después, recibió su licencia profesional de doctor en medicina. Los años siguientes ejerció en diferentes clínicas universitarias en Alemania.

En 1972 completó su especialización en medicina interna y comenzó a trabajar en la Clínica Universitaria de Tübingen como internista a cargo de pacientes con cáncer. Al mismo tiempo, ejerció práctica médica privada con su esposa la Dra. Sigrid Hamer, a quien había conocido durante sus estudios en la universidad. Él también mostró un extraordinario talento para inventar equipos e instrumento médicos, de hecho fue el creador del «escalpelo de Hamer».

Sus inventos proveyeron los medios financieros al Dr. Hamer y a su familia para irse a Italia, donde comenzó a tratar sin costo a los enfermos de los barrios pobres de Roma.

En Agosto de 1978, estando en Roma, los Hamer recibieron la traumática noticia de que su hijo Dirk había sido accidentalmente herido de bala por el príncipe Italiano Vittorio Emmanuel de Saboya. En  Diciembre de 1978, Dirk sucumbió a las heridas y murió en los brazos de su padre. La trágica muerte de su hijo unida a las dificultades de la investigación judicial que se llevó a cabo y al desarrollo de un complicado proceso posterior, afectaron profundamente a la familia Hamer.

Cuatro meses después, Hamer fue diagnosticado con cáncer testicular, en tanto que su esposa, la Dra. Sigrid Oldenburg-Hamer, recayó en varias enfermedades cancerosas hasta fallecer el 12 de abril de 1985, a causa de un infarto agudo de miocardio.

Poco tiempo después de la muerte de Dirk, el doctor Hamer comienza a investigar a miles de pacientes, hablaba con sus pacientes, les preguntaba, les escuchaba para saber su opinión sobre la causa de su enfermedad. Les empieza a preguntar a los enfermos de cáncer del hospital si han vivido alguna historia o algún incidente altamente traumático en su vida anterior a la aparición del cáncer, para su sorpresa encuentra que absolutamente TODOS refieren una historia altamente dramática en un tiempo anterior a la aparición de la enfermedad.

Allí van surgiendo los primeros nexos, aquellos que unían determinados hechos similares con determinadas enfermedades, el patrón es el mismo, en los seis meses previos a la aparición de la enfermedad existe un hecho sorpresivo, dramático, vivido en soledad y no verbalizado.

Comienza el sutil trabajo de hilar los conflictos que tiene que ver con la alimentación, reproducción, la defensa del territorio primario, la valorización, la comunicación, la identidad y la pertenencia. Luego empieza a  analizar por descarte y por tipo de enfermedad. Encuentra que cada 100 casos con el mismo tipo de cáncer, todos los pacientes refieren el mismo tipo de hecho traumático con los mismos matices, siempre hay un denominador común que lo lleva a comprender inicialmente la relación entre las vivencias de las personas (psique) y el órgano lesionado. Lo más importante es que no hay un promedio de incidencia elevado de un 95 o 98 % que sería muy importante, sino que es del 100%. Es en este punto donde comprende que está tocando leyes de la naturaleza las cuales son absolutas, se cumplen en el 100% de los casos, como la Ley de la Fuerza de Gravedad. Hamer comprende la estrecha relación entre la psiquis y cada órgano, logrando así la visión de conjunto.

El Dr. Hamer llamó a sus descubrimientos “Las Cinco Leyes Biológicas de la Nueva Medicina”, ya que su investigación está completamente acorde a las leyes naturales de la Embriología y a la lógica de la evolución. A través de los años, el Dr. Hamer ha sido capaz de confirmar sus descubrimientos con más de 40,000 estudios de casos. El resultado de este trabajo científico es la creación de un diagrama “Psique-Cerebro-Órgano”  que señala la enfermedad, el contenido del conflicto biológico que la causa, el sitio en el escáner cerebral donde la lesión correspondiente puede ser observada, cómo se manifiesta esa enfermedad en la fase activa del conflicto, y qué se debe esperar en la fase de curación.

En Octubre de 1981, el Dr. Hamer presentó su investigación a la Universidad de Tübingen como tesis pos-doctoral. El objetivo era tener probados sus descubrimientos en casos equivalentes para que la Nueva Medicina Germánica pudiera ser enseñada a todos los estudiantes de medicina y los pacientes pudieran beneficiarse de los descubrimientos lo antes posible.

Para su gran sorpresa, el comité de la Universidad rechazó su trabajo y rehusó evaluar su tesis, un caso sin precedentes en la historia de las universidades. Más aún había otra sorpresa. Poco después de haber entregado su tesis, al Dr. Hamer le fue dado un ultimátum, renegar de sus descubrimientos o no ver renovado su contrato, fue extremadamente difícil para él entender por qué estaba siendo expulsado de la clínica al presentar descubrimientos científicos bien fundamentados. Después de darle de baja, se retiró a su práctica privada donde continuó la investigación.

En 1985, después de 29 años de matrimonio Sigrid Hamer fallece. Ella nunca se recuperó del pesar por  la muerte de su hijo y de la persistente intimidación de la familia de Saboya.

El hostigamiento al Dr. Hamer culminó en 1986, cuando una sentencia de la corte le prohibió continuar la práctica de la medicina. A pesar del hecho de que su trabajo científico nunca fue desaprobado, perdió su licencia médica a la edad de 51 años, debido a que se rehusó a renunciar a sus descubrimientos sobre el origen del cáncer y a regirse por los principios de la medicina oficial. Privado de una licencia médica, el Dr. Hamer dependía ahora de otros doctores para obtener escáneres cerebrales y registros médicos de pacientes. Pero estaba determinado a continuar su trabajo.

Para 1987 ya había analizado más de 10,000 casos y fue capaz de expandir su descubrimiento de las Cinco Leyes Biológicas de la Nueva Medicina Germánica a prácticamente todas las enfermedades conocidas en la medicina. Mientras tanto la prensa y la medicina establecida no pararon de atacar su trabajo. Periodistas y médicos “expertos” retrataban al Dr. Hamer como charlatán, sanador milagroso autoproclamado, líder de culto, o criminal demente quien negaba a los pacientes con cáncer los tratamientos convencionales «salva vidas». Hubo también, solicitudes para evaluar su condición mental por parte de psiquiatras elegidos por la corte.

En 1997 el Dr. Hamer fue arrestado y sentenciado a 19 meses en prisión por haber proporcionado a tres personas información médica sin tener su licencia.

En contraste, trece años después de haber asesinado a Dirk Hamer, en 1991 Vittorio Emmanuel de Saboya había sido sentenciado a solo 6 meses de audiencias por la posesión ilegal de un arma.

Cuando el Dr. Hamer fue arrestado, la policía buscó sus archivos de pacientes. A la vez, un fiscal se vio forzado a admitir durante el juicio que, después de 5 años, 6,000 de 6,500 pacientes casi todos con cáncer “terminal” estaban aún vivos. Y así, irónicamente, fueron sus oponentes los que proveyeron las estadísticas actuales probando el notable índice de éxito de la Nueva Medicina Germánica.

El 9 de Septiembre del 2004 el Dr. Hamer fue arrestado en su casa en España  y después de un año y medio en la prisión francesa de Fleury Merogis, el Dr. Hamer fue finalmente liberado en Febrero del 2006. El 2 de julio de 2017, Hamer murió en Noruega a la edad de 82 años después de un derrame cerebral.

Su legado es un aporte invaluable para la humanidad, aportando consciencia, comprensión y entendimiento. Eternamente agradecidos a su labor.

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